NEUQUÉN (ED) — La delincuencia golpea fuerte a la ciudad de Neuquén, y los malandras se llevan las tapas y rejas metálicas de las alcantarillas y de las bocas de tormenta. Eso le genera un gasto innecesario al municipio, pero lo peor es el peligro al que exponen a quienes circulan por esos lugares antes de la reposición. Un niño, por ejemplo, podría caer fácilmente en esa trampa urbana. A ello se refirió el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert.
“La verdad que esto que nos está pasando en estos últimos 10 días, o 2 semanas, una nueva ola de robos de alcantarillas, sumideros, todo material que sea de fundición, sigue siendo atractivo para estos ladrones, que a la luz del día, no les importa absolutamente si hay cámaras, siguen robando, y son 107 las faltantes en estas últimas 2 semanas”, lamentó y dijo que “se suman a las 200 y pico, estamos en 300 sumideros faltantes en toda la ciudad, que se han robado hace un par de meses, hasta el día de hoy, y no paran”.
“La verdad que ya no sabemos cómo señalizar, tampoco estos sumideros. Lo hicimos con caballetes, pintados de amarillo, con cinta refractaria, de madera, también se robaron esa madera que ponemos en esos lugares, así que, ya hace aproximadamente 25 días, que venimos poniendo neumáticos, 2 neumáticos dentro del sumidero”, para evitar accidentes.
