NEUQUÉN (ED) — Tal como había anunciado el gremio que nuclea a los choferes (UTA) la ciudad de Neuquén, al igual que muchas otras, amaneció sin el servicio de colectivos urbanos, lo que obviamente representó y representa un serio perjuicio para los usuarios. Tantos y tan conocidos que ni siquiera vale la pena repasarlos.
Lo nuevo es que, a diferencia de otras oportunidades recientes, no se hizo el esfuerzo para evitar la huelga, lo que evidencia una especie de resignación del gobierno nacional, para algunos una muestra de retirada.
Tal es el estado de situación que durante el fin de semana XL renunciaron tres ministros del Gabinete de Alberto Fernández y se habló más de Wanda Nara que de la diáspora ministerial.
El paro es de 48 horas y se dio a poco de que el presidente visitara las ciudades de San Martín de los Andes y de Centenario, sin que despertara el interés que debería despertar una presencia presidencial.
Se dice que el martes por la tarde se desarrolló una reunión para poder destrabar el conflicto, allá en Buenos Aires, pero se suspendió y se agotó la instancia de la conciliación obligatoria.
