NEUQUÉN (ED) — El fin de semana largo ayudó a que con muchos viajaran fuera de la ciudad, y pese al fuerte calor, los balnearios habilitados se llenaron pero no se saturaron.
Pero lo más importante, no llegó a activarse el factor de ocupación derivando bañistas. Una estrategia que debutó este año para evitar los contagios del COVID-19, y que deja el interrogante de cómo reaccionará la gente.
El secretario General del sindicato de guardavidas de Neuquén, Ariel Tarifeño advirtió que se están cubriendo todos los lugares, y opinó que “por ahí hay gente que ya está acostumbrada a ir a un balneario y va a ser difícil que cambie”, en tanto celebró las nuevas ofertas y ampliaciones.
La ampliación de los balnearios demandó 30 nuevos guardavidas que se distribuyen en Solalique, Isla Verde, Isla 132 frente a los clubes y Linares al fondo.
En diálogo con la Red Neuquén puntualizó que el trabajo de la primer semana “fue más bien de mucha prevención, de hacerle saber a los vecinos que se acercaron a la zona balnearia de los lugares peligrosos, por ahí también recomendarle que no pierdan de vista sus hijos, hay que hacerlo saber porque muchas veces hemos tenido casos, que os chicos chiquitos se pierden, y después son los que más sufren”.
Se registraron 30 salvatajes, que se distribuyeron en los balnearios que son Valentina Gustavo Faller, Sandra Canale, La Isla 132 frente a los clubes y Linares al fondo, en algunos casos por embarcaciones que se dieron vuelta.
En cuanto a los inconvenientes, Tarífelo señaló que debieron lidiar con un grupo de jóvenes que se arrojaban piedras y ante el llamado de atención, terminaron arrojándole también al guardavidas en la zona de la bomba del EPAS. En este sentido destacó la importancia de la recorrida policial, que en ese momento no había.
Por otra parte observó que el distanciamiento, se cumple mejor en algunos sectores como Sandra Canale, como así también el uso el barbijo, aunque “otros se olvidan y hemos visto mucha gente sin barbijo”.
