NEUQUÉN (ED). — La investigación sobre un supuesto ataque de dogos de la semana pasada cambió de rumbo al no poder constatarse lesiones de los animales. El foco se puso ahora en el denunciante (un hombre de entre 70 y 80 años) que habría disparado a los perros con un revólver después de que los animales pasaran el alambrado que divide ambas propiedades.
El dueño de los perros es mecánico y de ahí el nombre de esos ejemplares. La hembra que perdió un ojo a raíz de uno los disparos que habría efectuado el vecino se llama Biela y el macho, que fue llevado a Zoonosis, porque supuestamente es el que mordió se llama Pistón.
Biela tiene un año y dos meses y Pistón es un poco más grande. El dueño asegura que son mansos y que ya había tenido problemas con el vecino. Dijo que una vez fueron a mediación, que se comprometieron a levantar una medianera a medias, pero el vecino incumplió y pretendía que la pagara solamente él.
Tras los disparos, la perra sobrevivió, pero perdió su ojo y tienen que cuidarla de posibles infecciones.
La investigación avanza sobre los cuatro tiros que se escucharon y que el vecino habría disparado para correr a los animales, en tanto se estima que con uno de ellos, se autolesionó en una de sus piernas.
