Viejas prácticas con los mismos de siempre  




Con la excusa de defender los derechos de los trabajadores y preocupados por la evidente pérdida de representatividad, la dirigencia gremial volvió a castigar a una mayoría silenciosa que, día a día pelea por hacer frente a una crisis, que no comenzó el 10 de diciembre. 

Son los mismos que mantuvieron un silencio cómplice a lo largo de los cuatro años de Alberto Fernández (léase también Cristina Kirchner), y ahora buscan recuperar la calle. Así lo demostraron con el segundo paro general, en cinco meses.  

En Neuquén, miles de vecinos fueron los afectados por una medida antipática. Un paro político que se vivió como tal, donde se siguen cayendo las caretas.

No hubo colectivos, tampoco bancos, organismos públicos, perjudicando a trabajadores que no adhieren a este tipo de reclamos, mientras un puñado de dirigentes que sostienen sus “kiosquitos” a través de algunos cargos públicos, se regocijaron al frente de la marcha o arriba del escenario repitiendo, una y otra vez, el slogan de moda: “la patria no se vende”. 

A veces sorprende como los abanderados del kirchnerismo en la ciudad, son selectivos a la hora de alzar la voz. Pasan de ser levantadores de mano de toda iniciativa del intendente, a duros opositores del gobierno nacional y también del provincial. Ocurre con el concejal Daniel Figueroa (Unión por la Patria) en el Deliberante de la capital, pero también en la Legislatura con Darío Martínez, Darío Peralta y Lorena Parrilli, que son muy cuidadosos a la hora de tener que referirse al gobierno de la ciudad. 

Los sindicatos usan la misma estrategia: critican al gobierno nacional y después al provincial, evitando cualquier tipo de cuestionamiento al Ejecutivo municipal. Quizás los convenios en la meseta por los loteos, que muchos de ellos firmaron, los inhabilita a alzar la voz contra el intendente y sus funcionarios.

Los gremios y los dirigentes de un sector del peronismo comparten los mismos enemigos: Javier Milei y Rolando Figueroa; y la misma estrategia: tratar de ponerlos en una disputa pública.

Pero ninguno de los dirigentes de Unión por la Patria se ha posicionado públicamente del lado de los vecinos en el conflicto por CALF, la tasa vial o las fotomultas. ¿Tendrá que ver con algunos acuerdos que se vienen cocinando a fuego lento para el 2027?    

Lo cierto es que esta práctica, al parecer, es el único recurso con el que cuentan. En el paro de Neuquén, las caras y las agrupaciones fueron las mismas de siempre, aunque en esta oportunidad, fue notoria la poca concurrencia de los sindicatos del sector privado. Fueron los gremios estatales los que coparon el frente de la marcha, acompañados muy de cerca por sonrientes dirigentes kirchneristas.

Este jueves más que nunca, los laburantes quedaron en la otra vereda.

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