RIO NEGRO (ED) — Un hombre de la localidad rionegrina de Río Colorado cometió un acto que realmente llama la atención. Fue a la casa de su vecina, golpeó la puerta y cuando esta abrió, le ofreció dinero a cambio de sexo. La mujer intentó el portazo en la cara, pero este la frenó.
De todos modos pudo cerrar con llave. Entonces llamó a la administradora del consorcio y a su madre. Cuando llegaron se armó un escándalo, el sujeto negó los hechos, pero hubo una denuncia y terminó condenado por acoso callejero.
Ahora deberá aportar dinero a una escuela de fútbol femenino y realizar una capacitación sobre perspectiva de género. El episodio fue denunciado en la Comisaría de la Familia y al día siguiente en el Juzgado de Paz.
Como primera medida, la jueza decidió unificar los dos procesos para concentrar la intervención judicial y evitar la revictimización de la mujer. En simultáneo, impuso al hombre una prohibición de ejercer cualquier acto molesto o perturbador hacia la mujer, por el término de 45 días.
Unas semanas después lo convocó a una audiencia. El hombre declaró estar cumpliendo las medidas preventivas y se comprometió a mudarse de domicilio a la brevedad. Si bien dijo que “no recordaba” el episodio, tampoco negó haber cometido el acoso. Ahora tendrá que cumplir su pena.