NEUQUÉN (ED) — “Todos unidos triunfaremos…” dice la marchita a la que, al parecer, no se le rinde culto en Neuquén. Sucede que un sector del PJ -integrantes del Congreso provincial- aprobó en Zapala la construcción de un amplio frente político y social para las elecciones nacionales.
Pero otro sector lo impugnó y la lucha quedó planteada entre los que responden al presidente del partido, Darío Martínez, y los que lo hacen al titular del congreso, Javier Bertoldi (quien además es el intendente de Centenario).
Martínez aseguró que “el PJ ratificó que forma parte de un proyecto nacional que trabaja incansablemente para mejorar la calidad de vida de cada ciudadano y ciudadana, y que desde la provincia de Neuquén todos sus dirigentes, militantes y afiliados están comprometidos a continuar con el legado que Perón, Evita, Néstor y Cristina dejaron, trabajando por un país y una provincia con más oportunidades, más igualdad y más trabajo”.
“Los oradores repasaron la particular y difícil coyuntura económica y social que atraviesa el país, la incidencia de la deuda externa heredada, y pormenorizaron el análisis en la situación de la provincia y en especial en la realidad social, económica y productiva”, dijeron desde el sector de Martínez.
Dijeron que el Congreso aprobó la conformación de un frente con el Partido Justicialista como columna vertebral, y los partidos Frente y la Participación, Frente Grande, Kolina, PSOL, PTP, Frente Renovador, UP, Proyecto Sur, con los que históricamente se llevaron adelante alianzas, y con todos aquellas organizaciones políticas, sociales y sectoriales que coincidan en la Unidad del campo Nacional y Popular para construir un Gobierno que priorice la Producción, el Trabajo, el desarrollo Económico con Inclusión, la redistribución del Ingreso, la Soberanía Nacional y la Justicia Social.
Desde el sector de Bertoldi denunciaron que se trató de “una maniobra ilegal e ilegítima” y que “el Congreso partidario que se celebraba en Zapala fue disuelto”, porque “de los 52 congresales presentes, 24 se retiraron y solicitaron la impugnación a la Justicia Provincial”.
Aseguraron que “intempestivamente congresales de Darío Martínez pretendieron introducir cambios en la estructura partidaria, que tenían claros tintes rupturistas de lo que ya se había construido” y agregaron que “difícilmente el PJ pueda interpretar la voluntad popular cuando ni siquiera puede respetar a sus propios y propias afiliadas y afiliados”.
“Darío Martínez y Oscar Parrilli una vez más quieren convertir al justicialismo neuquino en una expresión vacía y sectaria, funcional a sus negocios y de espaldas a la militancia y pueblo neuquino”, señalaron.
