Abono Compuesto, el vivero que enseña y produce

La propuesta productiva de San Martín de los Andes, espera por su relocalización para afianzar el vínculo con su comunidad.

Vivero Abono Compuesto Foto gentileza ED



NEUQUÉN (ED) – La ciudad cordillerana de San Martín de los Andes hace tiempo que dejó de ser sólo turismo y acompaña las demandas de una comunidad pujante. Allí el vivero municipal “Abono Compuesto” produce y abastece a los comedores con productos orgánicos. También avanza con capacitaciones de huertas y cultivos.

Conocido por sus intercambios de plantines por alimentos, la iniciativa del vivero se consolidó en la gestión Saloniti con una idea pensada para la comunidad. Capacitaciones, plantines, abonos orgánicos y banco de semillas son algunas de las propuestas que acompañan, una relación mas amigable con la naturaleza, y con un mensaje que comienza desde las escuelas. 

Actualmente el vivero funciona en el barrio El Arenal y esperan la aprobación de un proyecto para mudarse al barrio San Fernando, cerca de la delegación de Vega Centro. Se busca así, ofrecer un espacio mas amplio y climatizado que permita recibir a los vecinos toda la semana y también a las escuelas en el invierno.

“En el vivero municipal damos talleres de huerta orgánica y además, está abierto al público para que la gente se acerque a sacarse dudas, también damos asistencia técnica para el armado de invernaderos o micro túneles y somos un punto de acopio de restos orgánicos”, informó la subsecretaria de Producción, Empleo y Economía Social, Maite Sampablo.

“La idea es que siempre que el vecino se acerque, vaya con algo, por ejemplo, hay muchas personas que vienen, traen los restos orgánicos y les damos compost. También tenemos actividades con los Centros de Desarrollo Infantil y las escuelas con actividades de siembra”, agregó.

Por sus dimensiones, el vivero permite garantizar una buena producción de hortalizas entre las que se destacan las de hojas verdes: acelga, espinaca y aromáticas. 

“Una parte, el producto fresco va a los comedores y después todos los miércoles -cuando nosotros tenemos abierto al público- llevamos adelante intercambios por alimentos no perecederos que van destinados a desarrollo social”, explicó Sampablo.

El vivero también cuenta con un banco de semillas, que se entregan a los vecinos y luego ellos, las devuelven tras la cosecha de sus productos. También trabajan con comunidades rurales de San Martín de los Andes, que son grandes productores de plantines, hortalizas y semillas. 

La funcionaria recordó que a raíz del reparto de semillas, se crearon contactos y muchos empezaron a armar sus invernaderos, pequeños espacios productivos, o empezaron a separar los residuos, que en la ciudad “es un tema complejo y demanda mucho dinero”. 

 “Por ahí no todos tienen el espacio en la casa para hacerlo, pero la idea es encontrar pequeños puntos de acopio en las escuelas para armar aboneras”, destacó Sampablo.

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