NEUQUÉN (ED) — La situación de las tomas sigue marcando la agenda política neuquina y cobró trascendencia nacional mostrando que también en Neuquén, la crisis pega más allá del sueño de Vaca Muerta, con mayor o menor movimiento del sector y también va dejando heridos en el camino.
El tema zanjó diferencias entre Provincia y Municipio. Este último, estaría más convencido de hacer efectivo el desalojo, algo que no contaría con el total aval de calle Roca, en un año donde la negociación dura será con los gremios.
Mientras tanto, la ministra de Gobierno y Seguridad buscó descomprimir la tensión y aclaró ayer que “se encuentra a disposición de la Justicia para resolver el conflicto a través del diálogo y de manera pacífica”.
En esta línea ratificó que “el gobierno no convalida las tomas” y además explicó que “la necesidad habitacional, que el gobierno reconoce, no puede convalidar o justificar que se cometa un delito mediante las tomas”.
La ministra volvió a apelar al desarrollo ordenado y destacó el esfuerzo del personal policial “para evitar el ingreso de materiales que facilita la consolidación de la toma”, algo que en la práctica no pudo evitarse totalmente, ya que con el paso de los días, la toma creció en cantidad y calidad, pese a la orden de desalojo.
Sobre las personas que se encuentran en la toma, la ministra reiteró la necesidad de hacer un relevamiento con equipos técnicos para conocer la situación al interior de la misma.
