BUENOS AIRES. (Reuters) – Los diputados empezaron el miércoles a tratar el austero presupuesto del Gobierno para el próximo año, que se prevé que sea aprobado tras un extenso debate, en medio de una protesta de maestros, organizaciones sociales y grupos de izquierda contra el proyecto.
Los legisladores comenzaron poco antes del mediodía a discutir en una sesión plenaria el presupuesto, cuya aprobación necesita el presidente Mauricio Macri para mantener su plan de ajuste de la economía en medio de una grave crisis económica.
“Tenemos un apoyo importante (…) que tiene como base un acuerdo que firmó el presidente con los gobernadores para ratificar varias medidas, entre ellas la aprobación del
presupuesto nacional”, dijo el diputado oficialista Luciano Laspina a una radio.
Como el oficialismo no cuenta con mayoría en ninguna de las dos cámaras, el Gobierno cedió ante reclamos de algunas provincias para atenuar el impacto del ajuste sobre los
distritos, lo que le permitiría sumar los votos de algunos legisladores para obtener una ajustada victoria.
El presupuesto incluye una fuerte reducción del gasto y alzas de impuestos destinadas a lograr el equilibrio fiscal en 2019, un compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de un crédito acordado con el organismo multilateral por 57.000 millones de dólares.
Bajo una tenue llovizna, miles de manifestantes comenzaban a juntarse en el centro de Buenos Aires alrededor del edificio del Congreso, que estaba cercado por vallas metálicas ante una fuerte presencia policial. Los docentes de todo el país paralizaron sus actividades para marchar contra los recortes.
“Hay que enfrentar el saqueo, hoy tenemos que estar en la calle y en el recinto (de la cámara baja) resistiendo”, dijo Myriam Bregman, diputada del Partido de los Trabajadores
Socialistas. Junto con la izquierda, distintas facciones peronistas tenían previsto votar en contra de la ley.
Luego del paso por la Cámara de Diputados, el Gobierno de Macri pretende obtener la aprobación de la ley en la Cámara de Senadores en noviembre, de forma tal de tener el presupuesto cerrado antes de la cumbre de líderes del Grupo de los 20 (G20)
a fin de ese mes en Buenos Aires.
Los analistas descuentan que el presupuesto saldrá a la luz pero se muestran cautos con respecto a la capacidad del Gobierno para implementar la austeridad en la práctica, en momentos en que Argentina sufre una recesión junto con una elevada inflación
que seguirían en 2019.
Además, en un posible desvío que podría contrariar al FMI, algunos economistas temen que el Gobierno relaje el control de los gastos a medida que avance la campaña para las elecciones presidenciales del próximo año, en las que Macri buscaría la reelección.
