NEUQUÉN (ED) — Se presentó en la Feria del Libro la obra “La teta que tenía algo para decir”, de Carolina Magnalardo. La periodista llenó el auditorio con un mensaje de esperanza y reflexión.
La noche del jueves no fue una más para la autora, que habló sobre la obra y el camino transitado por su vida, construyendo a partir de sus experiencias, miedos y sueños, un mensaje de esperanza para quienes transitan la enfermedad del cáncer.
Periodista: -¿Cómo nace este libro?
C.M: – “La teta que tenía algo para decir nació el día que la médica me dio los resultados de la biopsia que indicaban que tenía cáncer de mama, a mediados de 2017. El libro relata todo mi proceso en estos dos años de tratamiento y recorre desde el momento que en febrero de 2017 me sentí una pelota en la teta izquierda hasta la subestimación en un primer momento, los miedos, la idea de mi muerte, las tristezas, los alegrías por cada etapa terminada, la esperanza, el plan de trabajo hecho con mi médica, el trabajo con mi psicóloga, el aprendizaje del cuidado de mis energías, las decisiones que tuve que tomar en cuanto a “limpiar” mis círculos sociales para quedarme solo con personas que me “sumaran”, la ayuda de mi entorno, la vergüenza por quedarme pelada, el miedo ante la posibilidad de perder mi teta (finalmente no me la extrajeron), la curación, el alta médica y el profundo cambio interno que hice a partir de ese duro golpe”.
P: – ¿Cómo te cambió?
C.M: – “Hoy no soy la misma Caro que antes del cáncer; aquella era una Caro obsesiva, todo lo llevaba al extremo; hoy aprendí a quererme, valorarme, perdonarme por cosas que en mi cabeza sonaban que yo tenía la culpa, escucharme y ponerme como prioridad. El día que tuve el diagnóstico sentí que mi historia debía servirle a otras personas, que lo que estaba atravesando tenía que serle útil a los demás”.
P: -¿Cuál es la proyección?
C.M: – “Desearía que el libro llegue a otras ciudades del país. Este libro tiene dos objetivos: el primero es ayudar a concientizar, que mujeres y hombres sepan que con los controles médicos y los autoexámenes que son muy fáciles de hacer pueden detectar alguna irregularidad en sus mamas y esa detección a tiempo puede ser clave. Y el segundo es que quienes estén pasando por esta enfermedad sepan que no están solas, que el camino n o es fácil pero tampoco imposible. Que le pongan fe, energía y hagan todo lo que les diga el médico porque la recompensa es la vida”.
P: – ¿Qué sentiste después de la presentación?
C.M:- “Muchos sentimientos… me dijeron que el libro y mi historia les da fuerza, que lo que cuento es lo que cada paciente oncológica pasa. Es poder llegar con el mensaje a algunas que ya lo pasaron, otras que lo están pasando, otros que nunca lo pasaron”.
