En la región, la vida no vale nada

El tránsito se cobró otra vida. Ocurrió este fin de semana, en Centenario.




NEUQUÉN (ED) — La región que componen Neuquén y ciudades aledañas, incluida la rionegrina Cipolletti, es escenario de una escalada de violencia que no sólo se expresa en los hechos delictivos, cada vez más frecuentes y alarmantes, sino también en el tránsito donde, lamentablemente, imperan la imprudencia y la agresividad. Hay ocasiones en las que parece que, como suele decirse, la vida no vale nada.

Los excesos de velocidad, el uso del teléfono a la hora de conducir y el incumplimiento de las normas básica ya no sorprenden. Pero matan. Y este fin de semana no fue la excepción. La región volvió a teñirse de pena por un accidente ocurrido en Centenario.

La víctima fatal, un motociclista de 28 años, circulaba en contramano y sin casco, por la zona céntrica. Al tiempo que el conductor del automóvil contra el que chocó dio positivo en el test de alcoholemia. El choque ocurrió, este domingo, alrededor de las 6:45, en Marcial Bravo y San Juan Bosco. Hoy la región llora a otro joven.

Hace apenas unos pocos días, el conductor de un Peugeot que supuestamente giró a exceso de velocidad, atropelló a un hombre de 58 años que caminaba, como corresponde, por la senda peatonal. Lo llevaron al Hospital Castro Rendón donde agonizó durante tres días y lamentablemente murió. El accidente sobrevino en Buenos Aires y Diagonal 25 de Mayo, en pleno centro de la ciudad de Neuquén.

También en octubre, un joven que circulaba a elevada velocidad por el sector urbano de la Ruta 22 atropelló y mató a un adolescente que caminaba, por la banquina, junto con dos compañeros. Ocurrió a las 7:40, en el tramo Plottier – Neuquén y el conductor se dio a la fuga, luego de haberlo arrastrado varios metros. Después se presentó en una comisaría.

Hace apenas un par de semanas tres jóvenes de entre 17 y 18 años perdieron la vida en un accidente ocurrido, durante la madrugada, en pleno centro de Cipolletti. La región quedó consternada. Pero los accidentes y las muertes siguieron.

Mientras se espera que absolutamente todos tomen conciencia de la peligrosidad del tránsito. El delito y la violencia también se cobran víctimas fatales. En Centenario dos sujetos dispararon, sin motivo aparente, contra un hombre que circulaba (con acompañante) en una moto y lo mataron. El caso propagó el miedo en la región.

Ahora, hace apenas unos pocos días, un grupo de delincuentes asesinó a quemarropa a un carnicero que ya le había entregado el dinero y que no se resistió. Dicen que lo mataron (de un disparo en la cabeza) porque reconoció a uno de los malvivientes. Ocurrió en Cipolletti. Y la amargura fue doble, porque lo mataron por matarlo, al igual que al motociclista. Ya no hay garantías en las calles. Tampoco en las viviendas, parece.

Aquí en Neuquén tanto el fiscal general, como funcionarios y autoridades policiales se reunieron con dirigentes de las comisiones vecinales de la ciudad capital, quienes transmitieron los temores y reclamos de sus vecinos y comerciantes. Se espera que se multipliquen las acciones preventivas y que se actualicen las estrategias para luchar contra delito. Sin embargo, con eso no alcanzará, si no se logra que bajen los niveles de agresividad y violencia. Los controles de tránsito abundan y las recomendaciones también. Pero la realidad está la vista y se padece. No es posible, ni justo, seguir así. Se impone tomar conciencia.

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