NEUQUÉN (ED) — El MPN no la tiene fácil. Aún no había logrado recomponerse del duro golpe que sufrió en las provinciales, ni del revés de Plaza Huincul (donde perdió una intendencia que creía segura), cuando volvió a tropezar en las PASO. Ahora, lo que tiene frente a sí son las legislativas nacionales. Y el escenario es complejo.
En el epílogo de la semana que acaba de terminar, el expreso apoyo del candidato a diputado nacional, Sandro Badilla, a Sergio Massa abrió una grieta en el momento menos oportuno. El representante neuquino en la AIC, Elías Sapag, puso el grito en el cielo y adelantó su renuncia al cargo que ejerce en el partido. No fueron cuestiones políticas las que lo enojaron. Nada de eso. El “Gringo”, como le dicen, pegó el portazo por el destrato que había recibido la provincia cuando planteó, ante Nación, su derecho a participar en la administración de las represas hidroeléctricas que se nutren de los ríos Limay y Neuquén. Para él, apoyar a Massa es, cómo mínimo, contradictorio.
Badilla explicó que su pronunciamiento fue a título personal y que otros comparten su mirada del escenario nacional, con un mentado panorama de dolarización y privatizaciones, con las que no quiere saber nada. También dijo que hay quienes apoyan a otros. No los nombró, pero el caso más conocido es quizás el de José Brillo, funcionario provincial que respalda a Patricia Bullrich. En el MPN dan libertad para la elección de presidente, pero les piden a los afiliados que apoyen a Badilla y al resto de los candidatos, entre ellos el intendente Nicolás Di Fonzo, quien busca una banca en el Parlasur.
La polarización entre Masa, Bullrich y Javier Milei no es un buen dato para el MPN, ya que los cortes de boleta no suelen ser muy habituales que digamos. Además ya hay quienes (Libres del Sur) salieron a alentar el voto a Pablo Todero (candidato a diputado nacional por Unión por la Patria) frente al “peligro” que ven en Nadia Márquez (libertarios) y Francisco Sánchez (PRO) quienes parecen bien perfilados.
Falta poco menos de un mes para la cita con las urnas, es cierto. Pero varios de los diputados, funcionarios e intendentes del MPN parecen más preocupados en tener una foto con el gobernador electo, Rolando Figueroa, que con Badilla.
