NEUQUÉN (ED) — Si se hiciera un paralelismo con un partido del mundial de Qatar se podría decir que el discurso de Cristina Kirchner convocó menos que un partido de primera ronda donde no jugaba Argentina.
Sillas vacías y poco movimiento fue la postal que dejó anoche las palabras de la vicepresidente transmitidas en vivo, para convocar a la militancia en Calle Roca, cortada al tránsito vehicular.
Fue en un día convulsionado en los mercados donde el mismo Gobierno, del que es parte la mandataria -aunque intente despegarse desde el discurso- no le encuentra la vuelta al rumbo económico.
Casi en sintonía con la pobre cosecha electoral del espacio en las elecciones provinciales pasadas, poca gente acompañó la propuesta en modo mundial de los organizadores.
