NEUQUÉN (ED). — Uno de los choferes de Autobuses Neuquén dijo que, ante la finalización del contrato de concesión (que expira el primero de febrero), los directivos de esa empresa enviaron las unidades nuevas a Plottier y dejaron la chatarra en la ciudad capital. Es por eso que ahora no llegan a la cantidad mínima de 60 unidades para encarar una prestación, aunque más no sea, de emergencia ¿La consecuencia? Este martes tampoco hay colectivos.
El chofer hizo dichas declaraciones en un programa de radio. Y no fue lo único que pasó en torno a la ex Indalo, en las últimas horas. Por el contrario, el Defensor del Pueblo, Ricardo Riva, instó al municipio a garantizar el servicio. Y el director de Transporte del municipio, Mauro Espinosa, aseguró que “va a actuar en consecuencia” supuestamente con multas o sanciones (se sabrá en breve).
La poca cantidad de micros que podían estar en circulación (27, según la UTA porque el resto no funciona) generó -el lunes- piedrazos a un par de unidades y amenazas a choferes por parte de vecinos (según dijeron estos mismos). Por lo pronto, la falta de mantenimiento de las unidades, el desinterés de los empresarios en resolver los problemas y las versiones sobre el traslado de las unidades nuevas a la vecina ciudad, no hacen más que abonar la presunción de un aparente boicot.
En su resolución, Riva instó al municipio “a que se restablezca el servicio de transporte público de pasajeros prestados mediante colectivos en condiciones de calidad y continuidad, adoptando medidas urgentes frente a la actual empresa concesionaria; en su caso, adelantando la puesta en marcha del nuevo contrato de concesión a fin que las nuevas empresas concesionarias puedan comenzar a tomar el servicio o garantizando la prestación del servicio mediante un medio alternativo”.
Las empresas que asumirán el servicio en febrero son Koko y Expreso Tigre Iguazú, ganadoras de la correspondiente licitación pública.
