NEUQUÉN (ED) — La calles de la ciudad de Neuquén -la capital de Vaca Muerta como le gusta llamarla a Gaido- se ha transformado en un tormento para los automovilistas que sufren a la par de su tren delantero. Pozos, baches, badenes y cuando no, obras en distinto lugares de la ciudad, conforman un escenario de videojuego que sube de dificultad en las horas pico, cuando los padres llevan a su hijos a las escuela.
Pese a la millonaria recaudación municipal, los vecinos reclaman reiteradamente por el estado de las calles donde proliferan los pozos. A más de uno los vecinos le podrían festejar el cumpleaños. En este contexto, las intervenciones de cambios de sentido de calles y prohibiciones que el municipio trató de implantar parecen una frazada corta que no disimula, donde falta trabajo e inversión.
Esta semana salió a hablar el secretario de Coordinación e Infraestructura de la Municipalidad de Neuquén, Alejandro Nicola, quien se refirió a los planes de bacheo y trató de llevar una mirada positiva.
“Tuvimos un trabajo intenso, hacía mucho, mucho tiempo que no se hacía pavimento en las calles de hormigón; así que hicimos un plan para avanzar en distintos lugares que tenían problemas y se ha ido resolviendo”, señaló.
Aclaró que la inversión no sólo fue en el centro, “sino en algunas calles troncales de hormigón en el resto de la ciudad también se ha estado trabajando, y en pavimento flexible hemos incorporado a partir del lunes próximo seis cuadrillas que van a incorporarse a lo que son las cuadrillas propias que ya venían trabajando”.
Mientras tanto hay pozos y baches en varias cuadras, pero el funcionario está conforme con el plan y su desarrollo mientras anticipó futuras licitaciones.
“Es una inversión muy importante, histórica, nunca se había desarrollado una inversión de esta magnitud en todo lo que es el mantenimiento vial, y nos va a permitir, entendemos, en el corto plazo, resolver una situación que es problemática” completó Nicola.
