El lado correcto de la historia

Analista de Relaciones Internacionales y experto en energía, Karvatskyy, observa con preocupación que Argentina y Brasil no realicen embargos comerciales ni prohíban a los aviones rusos utilizar sus espacios aéreos.

Cientos de ucranianos se esconden bajo las ruinas del puente de los ataques aéreos y de artillería rusas en la de la ciudad de Irpim, Ucrania. Foto NA: MBCY



BUENOS AIRES (NA) — La conversación con Viktor Karvatskyy se desarrolla prácticamente desde la clandestinidad. Es el director ejecutivo del think tank, ADASTRA, el principal centro de estudios políticos de Ucrania y cuando se produce el diálogo con periodistas argentinos de manera virtual se halla en una ciudad del este ucraniano cercana a los principales focos de combate.

La iniciativa del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y la tenacidad de Guillermo García, uno de sus representantes, para mantener una comunicación virtual que, por tensos momentos, se perdía por la delicada situación que se vive en Ucrania que continúa resistiendo una invasión de uno de los ejércitos más poderosos del mundo, lograron que unos pocos periodistas argentinos y brasileños conocieran el pensamiento de uno de los principales analistas europeos.

En rigor, no se trata de una situación diplomática sencilla para los gobiernos de Argentina y Brasil. Esta última nación es miembro de los BRICS, acrónimo utilizado para nombrar a las cinco economías nacionales emergentes que, a comienzos de siglo, eran las más prometedoras del mundo.

Brasil; Rusia; India; China y Sudáfrica explican, en conjunto, el 40% de la economía  mundial y frente al avance de las tropas que sirven a la Federación de Rusia en territorio ucraniano, han preferido la cautela.

Por ejemplo, Brasil votó a favor de la resolución de la Asamblea General de la ONU que el miércoles 2 condenó la invasión y exigió el retiro de las tropas rusas del territorio ucraniano. Pero, lo hizo considerando de manera crítica y calificándolas de “indiscriminadas” a las sanciones contra Rusia.

La Argentina de los Fernández, se sumó al repudio en Naciones Unidas pero, al igual que la diplomacia brasileña, decidió no condenar a Rusia en la Organización de Estados Americanos  (OEA).

La Cancillería argentina se amparó en la tradición de neutralidad de su diplomacia, donde no hay amigos ni enemigos. “El único alineamiento que tenemos es con los intereses de los argentinos y argentinas. Acá no hay bandos que elegir”, afirmó el canciller, Santiago Cafiero.

Con este marco de referencia, el experto en relaciones internacionales, Viktor  Karvatskyy afirmó, “…en Kiev recibimos muy bien el respaldo Latinoamericano en la Asamblea General de la ONU pero necesitamos más apoyo para aumentar el costo de la guerra para el gobierno de Putin”.

La cautela descripta por el accionar de los diplomáticos del Palacio San Martín, sede de la Cancillería Argentina, y de Itamaraty, en Brasilia, provocan incertidumbre entre los ucranianos a los que les gustaría observar un mayor involucramiento de estos países en materia de embargos y sanciones al gobierno de Vladimir Putin.

Karvatskyy realizó un pedido concreto, “Necesitamos que anuncien embargos, que no acepten exportaciones rusas, que no acepten sus aviones, que muestren que están del lado correcto de la historia. Todos desde todas partes del mundo pueden aumentar el costo de la guerra para Rusia”, insiste.

El analista político oriundo de Kiev pide medidas que la Argentina jamás realizó, ni siquiera en la anterior crisis por la península de Crimea en 2014 que involucró a los mismos enemigos,  cuando decidió no restringir la entrega de alimentos a otros países.

Muchos embajadores saben que no enviar alimentos a otras naciones aunque sea por sanciones no es una buena decisión en ningún caso.

Ahora bien, en el conflicto actual en Europa del Este, las sanciones que podría imponer Argentina a Rusia son sólo simbólicas por el escaso intercambio comercial existente entra las dos naciones.

Consultado acerca de los efectos de las sanciones europeas y de los países de Norteamérica, Karvatskyy aseguró, “…es necesario ampliarlas al sector del gas y del petróleo, y debemos remarcar que no todos los bancos rusos fueron expulsados del sistema bancario SWIFT, y que universalizar ese veto realmente podría hacer la diferencia”.

Ucrania busca desesperadamente ingresar al club de la Unión Europea. Existe la posibilidad de ingresar a través de un trámite  abreviado que “…tendría un gran efecto en la moral para demostrar que los ucranianos no están solos en su  lucha.

“Ayudaría en el espíritu de los ucranianos y de las FFAA. Nos ayuda saber que nos apoyan. Sería una gratificación por todos los esfuerzos que estamos haciendo para protegernos”.

Consultado acerca del pensamiento que guía a Vladimir Putin y a los funcionarios de su régimen, el experto sostuvo, “…las ambiciones del Presidente de  Rusia  son explícitas y nosotros somos rehenes de la necesidad rusa de controlar la geopolítica. Detrás de esta invasión hay una idea mucho más poderosa, la posibilidad real de ejercer poder. La idea es controlar la geopolítica, la posibilidad de ser respetado, de construir la gran Rusia y en ese rompecabezas, Ucrania es un elemento importante en esta idea de Rusia y Putin ve la posibilidad de tener un gran poder en el mundo”.

Cuando se lo consulta por el sufrimiento humano de los habitantes de Kiev, Járkov y otras ciudades bajo fuego y por la moral que poseen para resistir, Viktor Karvatskyy, explicó, “…el pueblo ucraniano está unido. El presidente Volodymyr Zelensky tiene un 93% de respaldo, y las FF.AA. cuentan con el 95% de apoyo. Creo que vamos a seguir resistiendo, no sé qué puede pasar si toman Odesa o Kiev, pero la gente está muy motivada. Todo depende de cuánto nos apoyen y de cuánto estén los rusos comprometidos a luchar”, finaliza Karvatskyy, desde algún lugar cercano a Kiev.

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