NEUQUÉN (ED) — Continúa descontrolado desde ayer el incendio que comenzó por una tormenta en un campo de Corfone en la zona de Quillén Arriba. “Hasta ahora hay 400 hectáreas quemadas, 300 de bosque nativo y 100 de bosque implantado están en zonas diferentes y se ha prendido por 2 puntas en el campo”, indicó el secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente, Jorge Lara.
En diálogo con FM capital, el funcionario reconoció que el mayor daño por el momento lo sufre el bosque, ya que no hay poblados cercanos.
Lara resaltó “la intensa logística” llevada adelante en el operativo. En la que trabajan 80 brigadistas de la brigada de manejo del Fuego de San Martín de los Andes, Junín de los Andes y de Aluminé, la brigada de Parques Nacionales, junto a dos helicópteros y dos aviones del Plan Nacional de Manejo del Fuego, y se esperaban por la mañana la llegada de los aviones de Bariloche.
Recordó que “el fuego empezó en algún Rayo que cayó en alguna araucaria. Las araucarias prenden despacio y en su momento se parten cuando se parten, cae sobre caña colihue y bueno, con el viento se extienden en seguida rápidamente. Después agarra todo lo seco que está de pastizales abajo de la forestación -en el caso de lo que está implantado o del bosque- y se va extendiéndose”.
En cuanto a las condiciones climáticas señaló que no se espera viento hasta el mediodía lo que permitirá el ingreso con agua por las quebradas. Allí se utilizan mangueras con unas bombas especiales, que se van adicionando tramo por tramo y se abastecen de los arroyos, que además tienen poco caudal por la sequía.
“Este es el cuarto incendio forestal que tenemos en esta temporada, los otros los pudimos contener de entrada, este es más peligroso”, enfatizó Lara.
