Caramelos Sugus para tapar el descontento

Opinión por la abogada y concejal por Democracia Cristiana Nadia Márquez

Archivo inauguraciones en Neuquén capital Foto Twitter ED



Nadia Márquez – Abogada y concejal de Democracia Cristiana nadiajudithmarquez@gmail.com

Asistimos al fin de la pandemia en la Argentina, cueste lo que cueste para el oficialismo nacional y para la versión local, provincia adentro. Llegaron las elecciones y todo lo que no se podía, repentinamente se puede.

El MPN parece haberse subido a la cola del barrilete de buenas noticias del kirchnerismo, ambos forzando una batería de obras, anuncios populistas e inauguraciones de algunos metros de asfalto. La gran incógnita de ambos es: ¿Seguirán los mismos anuncios después de las elecciones de octubre y noviembre?

Evidentemente las macetas en la ciudad y el césped sintético en la provincia no han dado respuesta a las reales problemáticas de los ciudadanos. También las políticas de género nacionales, quedaron olvidadas en el manotazo del nuevo gabinete donde aún se buscan mujeres.

Los millones en Coffe Breaks y vehículos para el ministerio de las mujeres tampoco dieron respuesta a las problemáticas que los ciudadanos atravesaban. ¡Y agradecidos a Dios que hay elecciones!, sino no nos hubiesen escuchado como estuvieron obligados a hacerlo.

La realidad de muchos

Seguimos en una Argentina cada vez más pobre, más precaria y más dolida. Más de 4,5 millones de personas en indigencia, lo que implica un 10,5% en términos porcentuales.

Llegamos al 42% de pobreza en Argentina, al sumar 3.000.000 de pobres. Pero en niños menores de 14 años los números son aún más alarmantes: el 57,7% de estos niños son pobres. Solamente 4 de cada 10 niños viven por arriba de la línea de pobreza, y los otros 6 niños viven en familias pobres.

Evidentemente a los gobernantes estos números no les importan, porque se sale de la pobreza de una sola manera: Estudiando y trabajando. Ideales que quedan lejanos cuando la pobreza es un negocio, es más económica y rentable que enseñar valores y el esfuerzo del trabajo.

La fiesta de unos pocos

Después de una extensa cuarentena, que fundió a más de un comerciante, que produjo el despido de cientos de empleados y que dejó sin salida a cuentapropistas, las familias de Neuquén tuvieron que suspender casamientos, vacaciones, viajes y encuentros familiares.

En medio de esto, el Estado Nacional, Provincial y la Administración Municipal son los únicos que quedaron con dinero en el bolsillo para anunciar la Fiesta de la Confluencia, Feria del Libro (sin libreros), 220.000 viajes de egresados gratis (aunque en realidad lo pagamos todos nosotros) y colectivos gratis los fines de semana. Heladeras, microondas, bicicletas repartidas como caramelos Sugus para tapar el descontento de la gente.

Aún así, los neuquinos nos seguimos preguntando si las groseras propagandas políticas del oficialismo adentro y afuera de los colectivos fueron pagadas por dicho partido político o están siendo sostenidas por todos los contribuyentes. Pregunta que seguramente quedará sin respuesta, pero no sin certezas.

Los trabajadores fundidos y los gobernantes de fiesta. Tal es la fiesta, que indecorosamente salieron a bailar y a hacer sus shows musicales, en medio de una sociedad de luto ante la pérdida física de familiares, amigos y vecinos. Para ellos una vida, para nosotros otra.

En los próximos comicios podemos decidir cuándo termina la fiesta.

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