¿El peronismo disidente se reagrupa?

Florencio Randazzo empieza a mover fichas con la expectativa de generar una "tercera vía" que rompa con la polarización electoral.

Archivo Florencio Randazzo. Foto: Hugo Villalobos



BUENOS AIRES  (NA) — Florencio Randazzo rompió el candado que se había impuesto desde la estridente derrota del 2017 y dejó definiciones políticas con un timing pensado: apareció justo cuando el peronismo no oficialista, en sus distintas expresiones, empieza a mover fichas con la expectativa de generar una “tercera vía” que rompa con la polarización electoral.

Una de las dirigentes más activas en esta búsqueda es la veterana diputada de Consenso Federal Graciela Camaño, quien semanas atrás relanzó el partido político “Tercera Posición”, sello que comparte con su esposo Luis Barrionuevo.

Lo hizo por medio de una videoconferencia que compartió con el ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, con quien comparte la idea de poner en marcha la unidad del peronismo disidente.

Camaño renovó su banca a fines de 2019 en la lista que armó Roberto Lavagna, quien compitió como candidato presidencial.

Sin embargo, en declaraciones periodísticas la inoxidable legisladora aclaró que no se siente lavagnista sino que aquello fue un acuerdo político en el marco de una coyuntura electoral.

Con esas declaraciones, Camaño preparó el terreno para eyectarse del lavagnismo en caso de que el ex ministro de Economía decida no jugar de candidato, como muy probablemente ocurra debido a su edad y el cansancio que acumula.

Urtubey se dio el lujo de rechazar el ofrecimiento que le hizo Mauricio Macri para ser su compañero de fórmula en las elecciones del 2019, declinación que dio lugar a que otro peronista sí diera el salto a las filas de Juntos por el Cambio: Miguel Ángel Pichetto.

Urtubey, en cambio, se mantuvo fiel a su convicción de que no había que sucumbir a los cantos de sirena de las dos fuerzas hegemónicas del sistema político argentino.

Camaño y Urtubey no son profetas en el desierto, ya que hay otros sectores del PJ no oficialista que también están en movimiento e intentando unir puentes.

Hilda “Chiche” Duhalde, una de las vacunadas “VIP”, ya había lanzado un mes atrás su propio partido político denominado “Sumar”, el cual busca reciclar los vestigios del duhaldismo y recolectar a los heridos y decepcionados por el Gobierno.

Pero además, Chiche tiene línea directa con Randazzo, el “mesías” que el PJ no K está esperando para ganar volumen a partir de una figura pública convocante como el de Chivilcoy.

“Hay distintos sectores del peronismo que están trabajando cada uno por su lado y esperando los tiempos para ver si pueden lograr una síntesis y ser una alternativa. Todavía está tibio”, admitió a NA una fuente cercana a uno de los dirigentes del PJ no oficialista.

El ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, quien estrenó en octubre del año pasado su nuevo partido “Principios y Valores”, se anota en la lista de “peronistas de Perón” que no quieren saber nada con el Gobierno de Alberto Fernández, .

La estrategia que piensan estos sectores no se agota en reagrupar a los dirigentes que quedaron sueltos por fuera de las estructuras del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.

Si la idea crece, si el armado toma forma, y si la propuesta se vuelve atractiva para sectores de la sociedad desencantados, podría tentar a dirigentes importantes que no se encuentran a gusto en las dos grandes coaliciones.

En este sentido, se entusiasman con repatriar a dirigentes peronistas como el ex presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, quien fuera uno de los cerebros detrás del armado de Cambiemos en 2015 y luego caído en desgracia por disentir con la lógica de Marcos Peña.

También quieren hablar con Pichetto, pese a que el ex senador está armando una corriente interna peronista dentro de Juntos por el Cambio.

“Si ven que hay una alternativa fuerte como tercera posición pueden decidirse a jugar ahí”, confían.

Y agregan que en el Frente de Todos también hay dirigentes bonaerenses de peso que “están quedado heridos” por el avance de La Cámpora en todos los espacios.

Las fuentes consultadas aclaran que todavía no se ve un “hilo conductor” en el peronismo disidente, y que por ahora “cada sector se mueve por separado para mostrar su poder de fuego y después, a su debido tiempo, ver cómo se fusionan”.

“No hay que ser suicidas. Hay que empezar a moverse en silencio sin hacer ruido, esperando el momento indicado para cerrar los acuerdos políticos y electorales. Se esperará hasta último momento”, aseguraron.

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