El peronismo desconfía del acuerdo con el barrio top

Uno de los concejales capitalinos expresó sus sospechas por el apuro en aprobar el acuerdo entre el municipio y el Rincón Club de Campo.

Marcelo Zúñiga y Mariano Gaido Foto Hugo Marín ED



NEUQUÉN (ED) — Cuando parecía que el conflicto en torno al Rincón Club de Campo y las tierras en la costa del Río Neuquén -que ha prometido devolver- se encaminaba a un final feliz, emergieron las sospechas.

Fue el concejal por el Frente de Todos, Marcelo Zúñiga, quien -en plena sesión- acusó al bloque del MPN y a “sus socios” de Juntos por el cambio, de esquivar requisitos administrativos, para acelerar el tratamiento en comisión del acuerdo entre el Ejecutivo municipal y la empresa Rincón Club de Campo S.A.

“No vemos cual es la celeridad, frente a otras situaciones irregulares, para que hoy estemos dándole ingreso sobre tablas al tratamiento de un acuerdo del cual no tenemos conocimiento. Se debe respetar el ingreso regular como se hace con todos los proyectos”, aseveró Zúñiga.

En esa línea afirmó también que “este acuerdo no es reparar desigualdades y justicia territorial. Es un arreglo a la medida de los bolsillos de los dueños y de los socios de Rincón Club de Campo SA”.

“Se intenta vender como un gran acuerdo, como una reparación histórica, y se esconde un canje, entregando a cuenta un permiso por 20 años por 80.000 metros cuadrados a cambio de liberar la costa del Río Neuquén y no cobrarle la multa que sancionó este Concejo Deliberante”, aseveró el concejal.

Zúñiga destacó que el Ejecutivo municipal intente recuperar la costa del Río Neuquén, “pero no a costa de un trato diferenciado con el poder económico, político y judicial y que se consolide una ocupación vip”.

1 COMENTARIO

  1. No hay nada que negociar. El “préstamo” de las tierras ya venció hace rato. Tienen que devolver las 8 hectáreas, del mismo modo que liberar la costa del Río Neuquén para el libre acceso de todo el mundo. Es pornográfico que sigan intentando serpentear una respuesta que es bien lineal y clarita. Son tierras públicas, o sea de todos nosotros.-

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