NEUQUÉN (ED). — El reclamo de mayor seguridad que realizaron -y vienen realizando- quienes trabajan de delivery en la ciudad de Neuquén se apoya, según indicaron, en una seguidilla de hechos delictivos que los tienen como víctimas.
Así se han ocupado de reflejarlo en las últimas horas, incluso con una acción de protesta, modalidad bocinazo. Hubo, a mediados de la semana que termina, un atraco que habla muy a las claras sobre el descaro de los malvivientes.
Sucedió en el Barrio Confluencia y fue confirmado por la Policía de la Provincia, que puso tras las rejas a uno de los hampones.
Un joven cuya edad no fue precisada se presentó en la Comisaría Nº 19 para radicar su denuncia. Contó que estaba en la moto que utiliza para realizar trabajos de repartidor, cuando de repente se le acercaron tres sujetos que sin más vueltas lo amenazaron y le robaron el rodado.
Salió de la comisaría entre cabizbajo -porque le habían robado la herramienta de trabajo- y esperanzado con la posibilidad de recuperarla, cuando levantó la mirada y vio que su moto pasaba por la calle.
Entró corriendo a la comisaría, les avisó a los agentes y estos salieron rápidamente tras el ladrón que fue rápidamente interceptado. Constataron que quien manejaba era un pibe de 13 años. La edad y el vehículo en que se movilizaba hablan por sí solos. Eran las 10:30 del martes 27 de octubre.
El menor fue puesto a disposición de la Comisaría de la Niñez y Adolescencia. Y en esos papeleríos estaban, cuando de repente su hermana (de 22 años) se presentó en la comisaría y no solo entregó las piezas que ya le habían sacado a la moto, sino también a uno de los asaltantes, un sujeto de 18 años que quedó demorado.
La moto le fue devuelta al delivery ni bien la recuperaron, pero ya le habían sacado las cachas, los relojes y la caja que usa para el reparto, elementos que esa mujer de 22 años trajo vaya a saberse de dónde.