El lugar de padres ya está ocupado

La ya célebre y popular frase internacional "Con mis hijos no te metas", ha causado mucha molestia en ciertos grupos que se tildan de progresistas, pero que en el fondo son de corte retrógrados.

Salida recreativa. Foto NA: Juan Vargas



Nadia Márquez – Abogada y concejal de Democracia Cristiana nadiajudithmarquez@gmail.com

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Si bien es cierto que todos los seres humanos nacemos libres, y no somos “propiedad” de nadie, incluso los niños, es dable destacar que los padres tienen derechos sobre los hijos que el Estado no solamente debe respetar, sino que tiene que velar, para que sean respetados. Esta obligación del Estado está reconocida en nuestro sistema jurídico a nivel supra legal, en los Tratados Internacionales con jerarquía Constitucional, según el art. 75 inc. 22 de nuestra Constitución Nacional.

Para hacerle la tarea más fácil a los que actualmente deben conducir el Gobierno Nacional, Provincial y Municipal, transcribo algunos artículos de notoria importancia:

La Convención Americana sobre los Derechos Humanos establece en su artículo 12 inc. 4, “Los padres tienen derecho a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones“. ¿Las convicciones de quién? De los padres. ¿Del Estado? Por supuesto que no.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 26 inc. 3, establece: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos“. ¿Quién tiene este derecho preferente? Los padres. ¿El Estado tiene ese derecho? Nuevamente no.

En la misma sintonía el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece en el artículo 18 inc. 4: “Los Estados Partes se comprometen a respetar la libertad de los padres para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones“. Nótese nuevamente que la libertad de educar a los hijos es de los Padres y no del Estado, y mientras tanto, el Estado Argentino que ha suscripto este Tratado Internacional, se ha comprometido a respetar la libertad de los padres para garantizar que sus hijos reciban una educación basada en sus convicciones. Ya no es una actitud pasiva la que debe tener un Estado, sino una actitud activa de garantizar y efectivizar ese derecho.

Y por si fuese poco, la Convención sobre los Derechos del Niño afirma en su artículo 5: “Los Estados Partes (Argentina) respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los Padres… …de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiada para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención“. Nótese nuevamente que Argentina debe respetar las responsabilidades, los derechos y los deberes de los Padres. No puede un Estado pasar sobre los Padres. Son los padres quienes conocen al niño, y pueden en consonancia con la evolución de sus facultades, guiarles de manera apropiada. No todos los niños de 8 años son iguales. Varían en su formación, en su madurez personal, en su contexto. Por ello no podemos pensar en hacer enlatados para todos los niños de la misma edad, en ciertos temas que son delicados y requieren un acompañamiento personal.

Finalmente mencionaremos la Ley Nacional 23.849; en la misma sintonía manifiesta en su artículo 2, 4to párrafo: “Las cuestiones vinculadas con la planificación familiar atañen a los padres de manera indelegable de acuerdo con principios éticos y morales, interpreta que es obligación de los Estados, en el marco de este artículo, adoptar las medidas apropiadas para la orientación a los padres y la educación para la paternidad responsable”. 

Fíjese aquí la diferencia abismal entre la letra y la práctica: el Estado debe adoptar medidas apropiadas para la orientación de los padres y no de los hijos, puesto que la orientación de los hijos es facultad de los Padres y no el Estado. Sin embargo, el Estado está empecinado en involucrarse en la vida de los hijos, a través de las escuelas principalmente, para violar este derecho que tienen los padres. Lógicamente, porque es más fácil vulnerar a un niño que a un adulto.

Como dijimos al principio, todo ser humano nace libre, y no es propiedad de nadie, pero es ineludible que los Padres y no el Estado, tienen el derecho de educar moral y religiosamente a sus hijos.

El Estado no tiene vientre para gestar, por lo tanto no tiene hijos.

El Estado no tiene aparato reproductor para concebir, por lo tanto no tiene hijos.

El Estado no tiene brazos para abrazar, ni corazón para adoptar, por lo tanto no tiene hijos.

Por ello, los hijos son y serán el tesoro más grande de los padres, y no permitiremos que un Estado totalitario pretenda robarnos el derecho que no tiene, vulnerando el derecho constitucional y natural que sí tienen los Padres, de educar moral y religiosamente a sus hijos. Los Padres tienen derechos que el Estado no tiene, y es por esa razón que exigimos y reclamamos que un Estado Democrático ocupe el lugar que debe ocupar, el lugar de garantizar los derechos, porque el lugar de padres ya está ocupado.

13 COMENTARIOS

  1. Mientras todo esto que bien dice la Dra. Nadia Marquez no se cumpla…debemos considerar el homeschooling como opción para evitar los adoctrinamiento que imparten en las escuelas en nombre de la ESI. Aclaramos que en el art 9 de la ley de Esi dice que los padres deben conocer el contenido que impartirán a sus hijos y también que se debe respetar el ideario religioso de la Escuela. En el Colegio Pablo VI pedí estar en una charla sobre “Nuevas Masculinidades” y otros temas y el Director me lo impidió. Me dijo que a duras penas había conseguido que puedan estar los profesores de la escuela porque el organismo estatal que daba la charla quería que estuvieran los alumnos solos. Obvio que retiré a mi hija en ese horario. Las compañeras me decían “retirarme a mí tambien por favor que mis padres no pudieron venir a buscarme”

  2. coincido, con lo expuesto en la nota, me parece que como padres tenemos el derecho de elegir que tipo de educación le queremos dar a nuestros hijos, si no queres como papa enviar a tu hijo a una escuela que tenga educacion religiosa, están las escuelas publicas que son laicas, pero el estado debe garantizar la libertad de eleccion y no imponer contenidos, cada padre debe educar a sus hijos y en los colegios se los debe formar para que cualquier chico se pueda desarrollar en una profesión.

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