NEUQUÉN (ED) – Malvinas sigue siendo una herida abierta, difícil de explicar para las generaciones que no lo vivieron. Cerca o lejos de las islas, la sociedad argentina no volvió a ser la misma después de la guerra.
Se realizó hoy un emotivo homenaje al recordar el 38º aniversario del hundimiento del Crucero Gral. Belgrano, hundido fuera de la zona de exclusión durante el conflicto de 1982.
El acto fue presidido por el presidente del Centro de Veteranos, Herving Vázquez y participaron autoridades del ejecutivo municipal y miembros del Honorable Concejo Deliberante.
La secretaria de Ciudadanía, Luciana De Giovanetti, informó que “el Intendente Mariano Gaido nos ha instruido a acompañar a nuestros veteranos y familiares de los caídos en la guerra de Malvinas todos los 2º días de cada mes en el acto de izamiento de las banderas, así como de trabajar en la promoción de la importancia de honrar a quienes dieron su vida por la patria y el fortalecimiento de la memoria colectiva”.
“Hoy es un homenaje especial, puesto que honramos la memoria de las 323 personas que murieron en el hundimiento del Crucero General Belgrano. El total de las bajas en el hundimiento constituye la mitad del total de los argentinos que murieron durante todo el conflicto”, recordó el subsecretario de Derechos Humanos, Diversidad y Pluralismo Cultural, Fabio Bringas.
“Ojalá la conmemoración de este suceso nos sirva para entender que hoy Malvinas es mucho más que unas islas y una guerra”, expresó Mario Flores Monje, hijo de un tripulante del Crucero General Belgrano.
La secretaría de Ciudadanía rindió un especial homenaje este año a los tripulantes neuquinos Tulio Lacroix y Mario Flores, quienes dejaron su vida en el frío mar.
