Advierten la relación entre deuda y aborto legal

El Equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia de Buenos Aires presentaron un documento donde analizaron los avances del proyecto que ingresaría este lunes a Diputados.




BUENOS AIRES (ED) —  El Equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia de Buenos Aires y Gran Buenos Aires presentó un documento ayer donde se analizó la relación entre el avance de la legalización del aborto y la negociación por la deuda externa. “En vez de reducir la pobreza se reduciría la cantidad de pobres”, advirtió.

El documento, presentado en conferencia de prensa, señaló además, que “tenemos la intuición de que la legalización del aborto, no está en la prioridad de los más pobres, ni de la Argentina profunda”.

Consideró que “la delicada negociación de la deuda externa, que no puede hacerse a costa de generar más deudas sociales”,  y pidió “estar unidos como pueblo y no elegir temas que enfrenten a los ciudadanos de a pie.”

Recordó que “muchas veces los organismos internacionales que prestan dinero ‘sugieren’ políticas de control de crecimiento de la población. Esto apunta directamente a nuestras villas y barrios donde en vez de reducir la pobreza se reduciría la cantidad de pobres”, argumentó.

El grupo pidió renovar el compromiso con la lucha por la Cultura de la Vida y los derechos humanos. “Nuestra opción es por ‘la vida como viene’, sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas. Cuando se niega el derecho más elemental –el derecho a vivir– todos los derechos humanos quedan colgados de un hilo”, enfatizaron.

A modo de ejemplo explicaron que “cuando una mujer humilde de nuestros barrios va a hacerse la primera ecografía, no dice: ‘vengo a ver cómo está el embrión o este montón de células’ sino que dice: ‘vengo a ver cómo está mi hijo’. Eso explica que tantas mujeres pobres se desvivan trabajando por todas partes para poder criar a sus hijos”. 

Y aclararon que “para la sensibilidad de ellas es particularmente trágico abortar, y generalmente lo viven como una profunda humillación, como una negación de sus convicciones más íntimas”.

Finalmente, afirmaron: “Sabemos que el aborto existe, y no negamos esa realidad.  Creemos que la ‘interrupción’ del embarazo no es camino de solución a los profundos problemas que sufren muchas mujeres. Entendemos los argumentos que abordan el tema del aborto como un tema de salud, pero estos argumentos conciben a la salud desde un enfoque aislado”, completó el grupo.

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