Lejos del equilibrio fiscal

Guzmán advirtió que podría llegar en 2026. Ayer habló de la sostenibilidad de la deuda pública, el cronograma y futuro de la deuda pública argentina.




BUENOS AIRES (NA) — “No vamos a permitir que fondos extranjeros nos marquen la pauta de la política macroeconómica”, advirtió ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, al exponer en la Cámara de Diputados sobre la renegociación de deuda.

El titular del Palacio de Hacienda desarrolló los lineamientos principales del análisis de sostenibilidad de la deuda pública, cronograma y futuro de la deuda pública argentina. Agregó que “en 2020 no es realista ni sostenible una reducción del déficit fiscal. No se está apuntando a esto”.

Dijo que la Argentina “vive una profunda crisis económica y social. El país padece una carga de deuda insostenible que, de no resolverse, profundizaría el descalabro macroeconómico y el descalabro que el país ha venido experimentando”.

Guzmán dijo que “en los últimos 2 años 465.000 argentinos han entrado en situación de indigencia. La pobreza ha aumentado desde 2017 al 2019 del 28.6% al 35.4% y sigue escalando. Más de 2 millones de personas han caído bajo la línea de pobreza en los últimos 2 años. El producto cayó en 3 de los últimos 4 años. La caída acumulada es superior al 4.5% en los últimos 2 años”.

Señaló el producto industrial “se viene desplomando. La inflación alcanzó el 52,9% en 2019. Año a año ha habido una divergencia muy fuerte entre las metas de inflación anunciadas de lo que fue la inflación”.

Sostuvo que en los últimos dos años hubo un “brutal crecimiento de la deuda pública”, y precisó que esta pasó “del 52.6% del PBI en 2015 al 88,8% en 2019”, al alertar que “al país lo pisa la carga de deuda”.

“Los países con estas crisis no salen hasta que les dejan de pisar la posibilidad de crecer. Es una condición absolutamente necesaria para romper una dinámica de recesión que se profundiza sacarse de encima esa carga de deuda que no se puede pagar”, afirmó.

Tras reiterar que la deuda es “insostenible” anticipó que el país se encamina a una reestructuración profunda y admitió que esa renegociación causará “frustración en los acreedores”.

Consideró que “los escenarios que están planteando no suenan tan optimistas, pero sí realistas. La situación es dura, si se dejase la inercia recién en 2026 la economía podría alcanzar el equilibrio fiscal”.

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