Hantavirus: Una mujer permanece internada en el Castro Rendón

La joven, proveniente de San Martín de los Andes, fue trasladada de forma preventiva a la capital. Desde el ministerio de Salud confirman que no hay aún riesgo de brote.




NEUQUÉN (ED) — Se confirmó el primer caso de hantavirus del año en la provincia. Lo informaron desde la cartera sanitaria neuquina, luego de que fuera detectado en el hospital de San Martín de los Andes. Actualmente, la paciente, una mujer de 28 años, se encuentra internada en el Castro Rendón de la capital, en una unidad de terapia intensiva con asistencia respiratoria.

La joven reside cerca del lago Meliquina, en un área rural, y pasó las fiestas en una estancia de la comarca andina en Chubut. Si bien ninguna de las dos áreas tiene floración de la caña Colihue, el alimento que atrae al ratón colilargo que transmite el hantavirus, toda la zona cordillerana de Neuquén, Río Negro y Chubut es agreste y, por lo tanto, considerada de riesgo endémico.

El Laboratorio de Referencia Nacional de Hantavirosis de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), “Dr. Carlos G. Malbrán” confirmó ayer por la tarde el contagio y, esta mañana, la ministra de Salud, Andrea Peve, afirmó que la enfermedad se registra en la zona desde 1996 y que, por año, el promedio de casos es de dos a tres. Al respecto, explicó: “No estamos detectando ninguna situación de riesgo que haga pensar que podamos tener un brote”. Este es el quinto caso de sospecha en el 2020 y el primero en ser confirmado.

Además, las personas que estuvieron en contacto estrecho con ella fueron retiradas de sus viviendas y continuarán en aislamiento durante 45 días, el tiempo de incubación del virus. En total, 22 personas fueron organizadas en 11 viviendas de observación en San Martín de los Andes, mientras cuentan con asistencia psicológica para ser contenidas y recibir tranquilidad.

Como todos los veranos, los organismos de salud, turismo, Parques Nacionales y gobierno municipal recuerdan las recomendaciones a quienes visiten o habiten en zonas de riesgo. Andrea Peve señaló acampar en espacios habilitados, desmalezados y con tratamiento de residuos adecuado, conocer qué áreas y senderos están cerrados, tener recaudos con la higiene y destacó no beber agua de vertientes naturales, ventilar y limpiar lugares cerrados, mantener siempre carpas y niños alejados de maleza y pilas de leña y, por supuesto, no tocar roedores muertos.

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