Pan con aroma venezolano

Desde muy temprano dos ingenieros inmigrantes venden panes para traer sus familias a Neuquén. Como muchos otros, agradecen la oportunidad de estar en Argentina.




NEUQUÉN (ED) – Serpenteando entre los autos, Henry lleva dos panes que ofrece para la venta y los sueños a cuestas.  Recientemente llegado a la Argentina, se radicó en Neuquén, donde espera también traer a su familia.

Sobre Olascoaga y multitrocha, recorre la vereda y la calle, una y otra vez, ofreciendo la mercadería por 100 pesos. Más atrás, su compañero Dervin descansa en la calurosa tarde neuquina, que supera los 30 grados.

La historia se repite en la ciudad. Como muchos otros profesionales inmigrantes que buscan dejar atrás el trago amargo de la crisis venezolana. 

“Argentina tiene problemas económicos, pero ustedes todavía están en el paraíso”, – confiesa Henry Ortiz, un ingeniero Industrial, con experiencia en perforación y fluidos. Reconoce además que no le molesta realizar cualquier actividad, pese a haber trabajado durante cinco años como ingeniero para Halliburton en Venezuela. 

El objetivo como muchos, excede las necesidades propias y pone su acento en la familia. “Vendo unos 45 panes por día que hace una señora, con eso me alcanza para pagar el alquiler y también mandar dinero a Venezuela”, explica, mientras desea que Argentina “se acomode” para seguir con su vida familiar en tierras gauchas.

La historia de su compañero Dervin no es tan distinta. Es un ingeniero en Gas que desembarcó en Neuquén para sumarse al sueño de Vaca Muerta. Con experiencia en Geología solo espera su chance. 

“A mi me llegó el DNI y tengo que ir a buscarlo a Mendoza, con eso es más fácil”, explica Roa, que no pierde de vista los vaivenes de la economía y el freno de la actividad petrolera de los últimos meses. “Ahora hay que esperar un poco que se vuelva a reactivar y mientras tanto seguimos vendiendo pan”, – sonríe y aclara – yo trabajo un poco con el pan, y otro poco con “Pedidos Ya!”.

Las ventas no dan mucho margen para la charla y Henry se pierde entre los autos pese al calor. Roa agradece la calidez de la Argentina y asegura que le encanta el paisaje. “Con la temperatura no hay problema estamos acostumbrados a los 30 grados”, completa.

4 COMENTARIOS

  1. Pais generoso. se llenan de vagos, despues dicen que son venezolanos con titulo y andan venidendo empandas en Pranzo, 3ra doc, son mozos por todos lados. Ahora venden pan en la calle.. Este pais no cambia mas. Los venezolanos consiguen trabajo y los argentinos no? Es de locos. El otro problema es que no podemos sacar gente de la calle

    • El comentario del cabeza de termo del día. Preguntate genio: por qué consiguen trabajo así sea vendiendo pan en la calle? De paso te terminás contradiciendo, los llamás vagos pero luego nombrás todas las actividades a las que se dedican. Acordate flaco que este país lo construyeron inmigrantes, vos mismo debés tener un ancestro quizá no tan lejano que se avergonzaría de leer tus disparates llenos de xenofobia…

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