MADRID (ED) – El que vio el partido de Argentina con Venezuela no vio fútbol, por lo menos del que quería en la Selección Nacional. Cayó 3 a 1 con Venezuela y sembró dudas en el ciclo Scaloni.
La vuelta del Leo Messi fue más un deseo que una realidad y poco pudo hacer para cambiar una historia que comenzó a escribirse desde muy temprano cuando Mercado falló y dejó a Rondón sólo frente a Armani. Fue 1-0 para Venezuela.
Scaloni intentó un ajuste de esquema pero llevó más confusión a un equipo argentino, que ya reflejaba en la cara de Messi, su rendimiento en el campo.
Se sucedieron los errores defensivos, sobre el final los venezolanos aprovecharon todas las ventajas, pudo ser goleada pero se fueron al descanso solo 2 a 0.
En el segundo tiempo, un volantazo de Scaloni puso a Kannemann, Blanco y Suárez en cancha que permitió mejorar la conexión entre los que más saben para lograr el descuento que hizo ilusionar a todo el banco.
Pero una falta evitable de Foyth y el penal terminó de sellar el partido. El 3 a 1, fue un resultado correcto para la producción de dos equipos diferentes: Un Venezuela, sin figuras pero con una clara idea de juego, y una Argentina en formación.
Sobre el final del partido la AFA informó que Messi sufrió una reagudización del dolor pubiano bilateral y estará ausente de la próxima cita con Marruecos.
