BUENOS AIRES (NA) — El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, siguen preparando el terreno para sus ya anunciadas candidaturas presidenciales, y resisten el intenso “fuego amigo” que busca desplazarlos y ungir al ex ministro de Economía Roberto Lavagna como el único competidor del espacio.
Por caso, Massa se dejó ver en modo electoral durante el festival de Villa María y también en Río Cuarto, ambas localidades de la provincia de Córdoba, y mañana hará su última parada en la capital de la provincia mediterránea.
En Villa María se reunió con el intendente local, Martín Gill, y juntos visitaron la planta productora de bioetanol más grande del país.
“El Gobierno de Mauricio Macri fracasó y lo sufren los comerciantes de Villa María y los comerciantes y trabajadores cordobeses y de todo el país. Lo sufren en la boleta de luz y en la de gas. Nosotros tenemos que construir una nueva mayoría con una alternativa que nos permita representar a esos 7 de cada 10 argentinos que hoy quieren un nuevo gobierno y una Patria federal”, aseguró Massa en diálogo con la prensa local.
Por su parte, Urtubey recibió en Salta a la dirigente justicialista Florencia Casamiquela, quien hasta hace poco formaba parte del riñón de Florencio Randazzo.
Alejada del de Chivilcoy, Casamiquela parece haber enlazado su futuro político al proyecto presidencial de Urtubey.
La dirigente valoró “el amor por lo público” que tiene Urtubey y aseguró que puede “ofrecer renovación y frescura a la gestión”, al ser consultada sobre las aspiraciones nacionales del salteño.
Casamiquela acompañó a Urtubey durante una visita a un Centro de Primera Infancia, y al respecto dijo que estos temas deben ser “parte de la propuesta del gobierno que se viene”.
“Hay que ofrecer a los argentinos una alternativa real que se hace con proyectos y con propuestas concretas como estas”, concluyó.
El domingo pasado, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, le pidió a Massa y Urtubey un “gesto de grandeza”, una suerte de reedición del “baño de humildad” que en 2015 ex presidenta Cristina Kirchner les había solicitado a los candidatos del Frente para la Victoria para despejarle la candidatura a Daniel Scioli.
También el ex presidente Eduardo Duhalde, quien junto con Lifschitz forma parte del proto-equipo de campaña de Lavagna, y el senador Miguel Pichetto, vienen realizando declaraciones en el mismo sentido, dando a entender que los dirigentes de Alternativa Federal deberían deponer sus ambiciones para allanarle el camino al economista.
Quien no se ha expresado al respecto, es otro de los referentes de Alternativa Federal, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, aunque por lo pronto es el único de los cuatro fundadores del espacio del peronismo no kirchnerista que no tiene la mira puesta en la Casa Rosada sino que aspira a reelegir en su provincia. .
En la mañana de este lunes, el mandatario cordobés recibió en su despacho del Frente Cívico a autoridades del gabinete provincial y del Banco de Córdoba, para avanzar con el programa que contempla la construcción de 25 mil viviendas en la capital y el interior provincial, en un plazo de cuatro años.
